domingo, 26 de febrero de 2012

DURMIENDO CON EL ENEMIGO



El titulo lo tome prestado de una película que tuvo mucho éxito hace algunos años, donde el papel principal era interpretado por la famosa actriz Julia Roberts, donde el drama era más o menos así; ella era una mujer casada, pero su espeso la maltrataba de forma física y psicológica a tal grado que ella tuvo un trauma tan severo, que se había convertido en una persona muy miedosa y con serios problemas de relación inter-personal, y todo esto debido a que ella dormía con su peor enemigo, su propio esposo. Lo mismo sucede en nosotros.

¿Sabia Ud. que nosotros los cristianos también dormimos con nuestros peor enemigo? Pero esposas tranquilas no me refiero a sus esposos, me refiero a alguien más cercano a usted que su propia pareja, amistad o familiar cercano.
Si aunque usted no lo crea esto es verdad, nuestro enemigo está con nosotros incluso en el colegio, y aunque a veces parezca insólito este enemigo que tenemos y que no es Satanás, al que muchos consideran nuestro principal enemigo. Pero no lo es.
El enemigo más peligroso que tenemos y que nos acompaña a todos lados, duerme con nosotros, va a la iglesia con nosotros y que vive con Ud. y conmigo: Es el Corazón. Recuerde lo que dice Jeremías 17:9: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
Esto es lo que nos hereda el profeta al decirnos esta realidad del corazón nuestro, una escalofriante realidad. No es como lo dijo sino como lo interpreta usted.
Y es verdad, mis hermanos y hermanas, a veces creemos que los malos son los otros, que los que tienen celos son los demás, que sólo las demás personas son envidiosas o que causan daños, pero muchas veces tristemente no es así. El problema no está en los otros sino en nosotros mismos.
Debemos cuidar más que todas las cosas el corazón, ya que de el maná de la vida y los sentimientos tanto espirituales como carnales. A veces es saludable hacernos un auto examen para ver como estamos.
Hace algún tiempo atrás una mujer le comentaba a su esposo que la vecina lavaba la ropa muy mal ya que desde su ventana se miraba el patio vecino y la ropa se miraba sucia.
Después de muchos días el esposo de esta señora se canso que su esposa hablara tanto de lo mal que lavaba la vecina. Le refirió a su esposa: Sabes deberías dejar de hablar tanto de la vecina y limpiar tu ventana, ya que es tu ventana la que está sucia y hace que veas todo lo de afuera como si estuviera sucio.
En la vida a veces sucedo lo mismo. No se trata como me hablan los demás, se trata como percibí yo el saludo. No se trata como lo dijeron sino como lo interpreto yo. Y es ahí donde debemos tener el principal cuidado en nosotros mismos antes que en los demás. Nunca olvide que de las siete cosas que Dios más aborrece de nosotros una de ellas es “el corazón que maquina pensamientos inicuos” (Proverbios 6.16-19).
Entonces si no queremos que el Señor llegue al extremo de sentir algo malo por nosotros como lo es aborrecernos debemos de dejar de pensar cosas malas y dejar que nuestro corazón se limpie y entonces estaremos listos para entrar al santuario de nuestro Señor. Oremos pues mi estimado hermano para que vivamos y durmamos más tranquilos sabiendo que no dormimos con el enemigo.
Alex Bravo
TOMADO DE CON PODER.COM

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